Celebración del 96º aniversario de la fundación del Opus Dei.

El 2 de octubre celebramos con gozo el 96º cumpleaños de la fundación de la Opus Dei y a la vegada la inauguración del primer curso escolar hace 51 años.

El Opus Dei nació el 2 de octubre de 1928 fundado por santo Josepmaria Escrivà. Inspirado por Dios, quiso recordarnos que todos estamos gritados a la santidad en la vida cotidiana, transformando el trabajo y las actividades ordinarias en caminos para acercarnos a Él. Con fe y perseverancia, la Opus Dei ha ayudado miles de personas en todo el mundo a vivir plenamente su vocación cristiana, poniendo Dios en el centro de sus vidas. Una celebración de la fe y el compromiso con el amor de Cristo. Este colegio está inspirado por el espíritu del Opus Dei, donde se promueve una formación integral basada en la excelencia académica, el crecimiento personal y la formación cristiana. Con un enfoque en la educación individualizada, el colegio busca ayudar cada alumno a desarrollar sus capacidades, a la vez fomentar los valores de la responsabilidad, el servicio a los otros y la vida de fe en el día a día. Creemos firmemente que la educación es vista como una oportunidad para crecer como personas íntegras, comprometidas con la sociedad y con Dios.

Nos llena de alegría celebrar hoy dos hitos que marcan profundamente nuestra comunidad: el 96.º cumpleaños de la fundación de la Opus Dei y los 51 años desde el inicio de nuestro proyecto educativo. El 2 de octubre de 1928, santo Josepmaria Escrivà fundó el Opus Dei con una misión clara: ayudar a encontrar Cristo en la vida diaria, a través del trabajo, la familia y las actividades cotidianas. Su mensaje se resume en una idea sencilla y poderosa: buscar Dios en la vida de cada día.

A lo largo de los años, con fe y perseverancia, la Opus Dei ha ayudado miles de personas en todo el mundo a descubrir la belleza de poner Dios en el centro de sus vidas, viviendo con profundidad su vocación cristiana.

Nuestro colegio se inspira plenamente en el espíritu del Opus Dei, ofreciendo una formación integral que equilibra la excelencia académica con el crecimiento personal y espiritual.

Creemos que la educación no es solo la adquisición de conocimientos, sino un viaje para formar personas íntegras, capaces de contribuir en el mundo con responsabilidad y servicio a los otros. A través de una atención personalizada, buscamos que cada alumno descubra el mejor de sí mismo, tanto en el ámbito académico como en el personal.

En el corazón de nuestro proyecto educativo hay la firme convicción que la educación es una oportunidad para formar ciudadanos comprometidos con la sociedad y con unos valores que perduren. Tanto si vivimos la fe cristiana de manera llena como si nos enfocamos en la búsqueda del bien común, compartimos el deseo de construir un mundo mejor para las generaciones futuras.