Para llevar a cabo la actividad instrumental dividimos la clase en dos grupos favoreciendo así una atención más individualizada para cada alumno pudiendo ellos escoger entre tres instrumentos diferentes: el clarinete, el saxofón o la flauta travesera.
Esta actividad tiene grandes beneficios para el alumnado, puesto que hay varios estudios que demuestran que tocar un instrumento mejora diferentes habilidades como, por ejemplo, el lenguaje, la memoria o la inteligencia espacial. Aparte de esto, también mejora el estado de ánimo de los alumnos y su relación con los otros.
Además, los alumnos aprender como “cuidar” los instrumentos.